Triste realidad: No participo en los "Jueves de Mesa". Tengo una legitima excusa: Estoy a unos 2250 km de distancia. Eso dificulta el jugar juegos de mesa con alguna constancia. Claro, cuando viajo generalmente tenemos tiempo de algunas partidas, como lo fue hace unos meses en Diciembre/Enero.
Afortunadamente, ayer tuve la oportunidad de jugar con algunas personas muy entradas a los juegos de mesa y de paso jugué algunos juegos por primera vez. Los primeros juegos, Ingenious y Blockus, son un par de juegos abstractos que requieren ejercitar un poco la materia gris para ganar. Después de eso, logramos sobrevivir el ataque de orcos y trolls en Castle Panic, un buen juego cooperativo que me regalaron el año antepasado.
De ahí tratamos de pasar a Pandemic, otro juego cooperativo pero no logramos arrancarlo por falta de conocimiento de las reglas. Entonces pasamos a jugar Power Grid, donde debes suministrar la mayor cantidad de energía a casas en un mapa de los Estados Unidos o Alemania. Tiene elementos muy interesantes, todas tus decisiones pesan y no hay elemento de azar que influye en ganar o perder. Por ultimo, se comenzó un Juego de Tronos pero para esa hora ya no logre captar las reglas o como debía fluir el turno así que pase a retirarme.
Fue un buen comienzo a los Martes de Mesa. Aun así, no habrá cambio de nombre al blog. Jueves de Mesa tiene ese toque romántico, elegante; un esplendor sin igual. Eso y ya alguien tiene registrado los martes. Damn it.