No se en que momento sucedió que ya no puedo entrar al espacio donde guardo mis juegos. Durante los últimos 6 años, mi colección subió de unos 20 juegos a 177 (+ expansiones). Mi intención no es ser un acumulador ni coleccionista, solo me llamaba la atención algo y si podía, lo compraba. Poco a poco, la cantidad de juegos que me faltaba sacar a la mesa fue creciendo, por lo que tengo que ir haciendo espacio para quedarme con puros juegos que realmente quiera jugar.
Eso es parte de lo que me ha inhabilitado de escribir en este blog. Tengo tantas opciones que me abrumo con solo mirar las cajas. En lugar de decidir me paralizo y me pongo a hacer otra cosa menos demandante. Se que suena ridículo pero así lo siento. Me pasa con los videojuegos, libros y series de televisión por lo que tome una decisión de ser selectivo con la manera que voy a invertir mi tiempo y establecer metas pequeñas, casi diarias de lo que quiero hacer. Si quiero jugar Smash, jugaré Smash al tener el tiempo, sin sentir culpa por no estar haciendo otras cosas. Claro, cosas como trabajar se seguirán realizando antes de jugar.
La otra parte de eso es que extraño compartir esas experiencias en algún espacio. No se si este blog sea necesariamente el mejor espacio para hacerlo, pero voy a sacar de mi sistema parte de lo que tengo dándole vueltas en mi cabeza para dar mi perspectiva de los juegos que disfruto, los que no y las razones. Quiero experimentar diferentes formas de hacer eso y estoy motivado por primera vez en más de un año.
Por lo pronto, ya saque una caja de juegos para vender y para ser honesto, no se siente tan mal como pensé. Ayuda a quitarme un peso de encima y creo que pone un poco contenta a mi esposa. Ya con eso vale la pena.