"Que culeros todos". Bajo cualquier otro contexto, las palabras de mi esposa, dirigidas hacia mis tías (y a mi) hubieran causado un micro-escándalo digno de ser compartido en las redes sociales. Pero nos encontrábamos jugando el segundo de tres partidos de Blokus y nos reímos mientras la atrapábamos en un rincón sin salida con nuestras diferentes piezas.
Blokus y sus piezas coloridas son parte de lo que lo hacen atractivo para diferentes personas. Lo he podido jugar tanto con mis primos de 5-7 años como con mis tías y suegros (a los que no voy a balconear con sus edades, pero pues...no tienen 5-7 años).
Un juego que va empezando...
Mucha gente piensa que hay una gran estrategia que descubrir en un juego donde solo debes bajar una pieza por turno y conectarla con alguna esquina de una pieza tuya previamente puesta. Tal vez exista una estrategia perfecta para quedarte con las menos piezas posibles pero he visto a jugadores triunfar sin pensarla mucho y otros fracasar pensándola de mas. La belleza del juego es que por mas que la pienses, no puedes controlar lo que los demás hagan en su turno, lo cual te obliga a ser espontaneo y adaptarte lo mejor posible. ¿Y si no funciona, llevándote a la derrota? Juegas otra vez, ya que cada partido dura alrededor de 15 minutos, lo cual equivale a poder decir, un juego mas y ya.
...se ve muy diferente ya terminado.
No todos los juegos ocupan ser obras maestras ni durar horas y horas. A veces solo tienes tiempo para algo rápido y sencillo. Este juego es perfecto para ese propósito.
Y claro, también es preferible decirle de cosas a tus familiares en un juego de mesa que en la mesa sin juego.
Durante un juego no existen jerarquías. En la jugada yo sólo veo a los otros como los obstáculos que me quieren alejar de la victoria :P
ResponderEliminarjajaja
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