jueves, 10 de marzo de 2011

En sesión.

Jugando Hive con Ulises  y esperando a Vane con las pizzas. Vane llegó más tarde, acompañada de una pizza de Costco, un doce de Cerveza Mexicali y un vino Las Moras. Para ese momento, el ambiente ya lo habian puesto dos cruentas batallas entómicas de Hive, donde los insectos lucharon hasta encontrarse en empates en ambas ocasiones. Si no lo has jugado, te lo recomiendo mucho, es un juego que por su simpleza ofrece muchas posibilidades y variables. En mi opinión, es excelente. Para dos jugadores, es un juego prácticamente adictivo, siempre quedas con ganas de más, las partidas son intensas como ajedréz y tienen cierta inocencia que lo hace muy accesible.

Más tarde, cuando Vane se integró al grupo jugamos Drakon, un juego de colocación de piezas, creando un calabozo en el cual habita un (o una, según el manual) dragón con un humor bastante oscuro, ya que el juego supone una situación interesante: un grupo de exploradores que buscan tesoros en la cueva es interceptado por el (la) dragón, quien les propone que el ganador será el único que podrá escapar con vida y se hará acreedor al tesoro que lleve consigo. En el juego, la colocación de piezas va determinando ciertas acciones y variables al pasar por ciertas habitaciones es bastante interesante. Otra cualidad, es que entre más jugadores, se hace más interesante y competitivo. Las reglas no especifican nada al respecto, pero nosotros agregamos a un jugador y no pareció afectar la dinámica más que en hacerlo más intenso.

En total, la sesión del  jueves 10 de marzo fué un éxito, quizá no en cantidad de asistentes, pero si se lograron jugar dos nuevos y consumir pizza y cerveza. Salud.


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