He disfrutado mucho de jugar los martes de mesa las ultimas 5 semanas. He podido jugar algunos juegos por primera vez y disfrutar de algunos clásicos como Puerto Rico, Ticket to Ride y Catan, asi como juegos nuevos (para mi) como Tikal y Power Grid. Esto me permite acercarme a nuevas mecánicas y decidir si esto es algo que me gustaría añadir a mi colección. Gracias a esto, he podido determinar que A Game of Thrones definitivamente, sin lugar a duda y sin temor a equivocarme, es pésimo.
Quizá suenen muy fuerte mis palabras. Después de todo, AGoT es uno de los juegos más populares en el Board Game Geek (rank 88). Tiene muchos fans y al grupo con el que juego le gusta mucho. Aparte, la primera vez que jugué era muy noche y no tenia cabeza para comprender como las ordenes de batalla era simultaneas y que el azar no iba influenciar en los movimientos y combates. Por eso lo jugué una segunda vez.
En ese segundo juego vi que para mi el problema es exactamente el azar. Ciertas acciones como comprar tropas y alterar el balance de los jugadores solo vienen cuando determinadas cartas aparecen en el juego y estas si son al azar. Pueden aparecer al principio y luego tardar mucho en volver a salir. Sin forma de saber o predecir esto, el resto de tu estrategia debe adaptarse a como vayan saliendo esas cartas. El mejor improvisador gana.
Esto sumado a que realmente no se me hacen interesantes los combates. Fuerzas dependen del valor de la ficha con la que ataques y si es un soldado, caballero o barco. Después, entran algunas cartas en juego que no alteran dramáticamente el ataque. Si estas observando y poniendo atención, no hay suspenso alguno en las batallas. El juego sigue una linea de formalidad en donde lo peor que puede pasar es que alguien que no tiene grandes posibilidades de ganar (como yo), le arruine el juego a otro (lo siento, Saúl).
Lo que puede ser atractivo del juego, como lo es en juegos de guerra, es acabar con tus rivales. Pero no tiene esa sensación de batalla épica que encuentro en juegos sencillos como Risk. Puedo ceder que AGoT tiene profundidad potencial, con el establecimiento de alianzas y demás (lo cual no sucedió en los juegos en los que participe), no es esencialmente divertido para mi. Lo cual es triste, considerando la calidad de los componentes y algunas cosas interesantes del juego como las ordenes simultaneas y la puja simultanea para los privilegios. Fuera de esas cosas, el juego me deja como mis barcos al costado de mi castillo: perdidos, sin rumbo y con ganas de regresar a casa.